«Los Toltecas Sobrevivientes»
por Víctor Sánchez
Hoy en día, la palabra Tolteca se ha vuelto muy significativa para mucha gente de culturas no-indígenas que viven el las ciudades más importantes en los Estados Unidos y muchos otros países. Podemos encontrar libros, artículos, conferencias, seminarios, talleres, música y muchas otras cosas relacionadas con la palabra Tolteca. ¿Pero quienes fueron en realidad los Toltecas?. ¿Es posible contestar semejante pregunta?
Yo pienso que nadie puede decir la última palabra sobre los Toltecas, pero desde mi propia experiencia, puedo dar mi testimonio respecto a la existencia de los Toltecas Supervivientes en el mundo Indígena Mexicano, en este preciso momento.
Un poco de Historia.
Empecemos desde el principio. Para los Etnólogos e Historiadores, los Toltecas fueron los pueblos indígenas precolombinos que vivieron en México central principalmente del siglo 8 al siglo 12 . Su ciudad capital fue Tula en el Estado Mexicano de Hidalgo. Después del siglo 12, los Toltecas abandonaron Tula; los códices y registros del siglo 16 hablan respecto a una diáspora Tolteca, supuestamente relacionada con la partida de su líder, Quetzalcoatl. Uno de los relatos más interesantes, contenidos en los códices es aquel que habla de la partida de Quetzalcoatl quien después de abandonar Tula se dirigió a una cueva debajo del cerro de Chapultepec (en lo que es la actual ciudad de México) en esa cueva, Quetzalcoatl entró en otra dimensión (Mictlan, Nahual o Omeyocan) y desapareció por siempre (aquí se debe incluir una nota de pie de pagina que diga: ver «Historia del Nombre y fundacion de la Ciudad de Mexico», por Gutierre Tibon, editado por el Fondo de Cultura Economica). De cualquier manera, lo que es claro, es que los Toltecas se dispersaron a lo largo y ancho del México antiguo influenciando con su conocimiento a muchas otras culturas indígenas, tales como los Mayas. Eso es Historia.
El hecho es: Los Toltecas están considerados como los grandes civilizadores del pasado, no solo actualmente sino que ya en el siglo 16 los Aztecas acostumbraban llamar «Tolteca» al hombre de conocimiento, en recuerdo de la gran sabiduría de los Antiguos Toltecas, y consideraban a la Toltequidad como el más alto nivel de conocimiento que un ser humano puede alcanzar.
Para la gente común, los Toltecas fueron algún tipo de indios sabios que desaparecieron varios siglos atrás. Dado que los Toltecas se fueron hace tanto tiempo, cualquiera puede asegurar lo que sea acerca de ellos … sin embargo, los Toltecas no están aquí para hablar por si mismos, o al menos eso es lo que parece…
¿Todavía están aquí?
Tal vez a causa de que los indígenas Toltecas no tienen voz en los tópicos relacionados al conocimiento indígena Tolteca es que existe tanta controversia entre los maestros no-indígenas del conocimiento Tolteca. Pero hay un punto que casi nadie esta tomando en cuenta: hay comunidades indígenas en el México moderno, preservando y manteniendo vivas las prácticas de la antigua Toltequidad. Esto es lo que he descubierto, y ese es el cuerpo de prácticas en el que me encuentro envuelto, es de esa tradición de donde yo he tomado las claves para convertir en una propuesta práctica y balanceada los contenidos de mi trabajo, algunos de los cuales se inspiraron también en partes de los libros de Carlos Castaneda (Ver Las Enseñanzas de Don Carlos, Aplicaciones Practicas de la Obra de Carlos Castaneda» , por Víctor Sánchez, publicado por Bear and Company en EEUU y por Editorial Lectorum en México). La forma y las técnicas que yo he desarrollado inspirado en los escritos de Castaneda no tienen como objetivo alcanzar las metas ultraterrenas expresadas en sus últimos libros, sino aquellas que son congruentes con la Toltequidad que he aprendido entre los indígenas Toltecas supervivientes en las montañas mexicanas donde ellos viven .
Yo he escrito el testimonio de mi experiencia entre los Toltecas supervivientes en mi libro «Toltecas del Nuevo Milenio» (publicado por Bear and Company en EEUU y por Editorial Lectorum en México). En ese libro he incluido muchas referencias, fotografías, testigos oficiales, etc. con la finalidad de permitirle a la gente saber que aquello de lo que estoy hablando esta realmente sucediendo en el mismo mundo en el que ellos viven, por que yo pienso que es importante para los lectores, estar seguros de que lo que ellos están leyendo, es real, especialmente cuando estos lectores están buscando algo para aplicar en su propia vida en el mundo de todos los días. No es mi interés criticar a nadie, pero este es mi punto de vista y simplemente quiero ser claro acerca de esto.
Información adicional acerca de los Toltecas supervivientes.
Los comunidades indígenas a quienes me refiero en mis libros como herederos de la antigua Toltequidad se llaman a si mismos Wirrarika, muchos de ellos hablan únicamente la lengua Wirrarika pero algunos hablan Español también. Aun cuando ellos son mas de 50,000 no todos los miembros de la comunidad comparten la misma cantidad de conocimiento relacionado con su tradición espiritual.
Entre los Wirrarika hay grupos especiales de practicantes llamados Jicareros, quienes son los guardianes de las antiguas prácticas espirituales, ellos experimentan niveles de experiencia en el mundo de la percepción que otros miembros de la comunidad, que no participan como Jicareros, no podrían ni siquiera imaginar.
La palabra «Tradición» no significa para los Wirrarika un cuerpo de creencias, sino un cuerpo de prácticas eficientes orientadas a que el practicante alcance los más altos niveles de conciencia y percepción.
Entre los Toltecas supervivientes, la figura del maestro, tal como la concebimos en las sociedades occidentales e inclusive en algunas sociedades oriente, no existe. Ellos están acostumbrados a aprender directamente del Gran Espíritu. El hombre de conocimiento, el chaman es un mero vehículo que empuja al practicante a buscar al Espíritu en los lugares sagrados. No hay libros, no hay enseñanzas formales y no hay maestros humanos. Hay solo un conjunto de acciones específicas que constituyen en si mismas una forma de tocar la puerta del Espíritu, si el Espíritu abre la puerta, el aprendizaje empieza. No puedes simplemente escuchar acerca de Uzi (que es la palabra Wirrarika para nombrar al gran Espíritu), debes verlo y escucharlo por ti mismo, sin intermediarios. Esa es la forma del Tolteca.
Los Toltecas supervivientes son indígenas que están envueltos en su propio mundo y que no parecen estar interesados en el mundo no-indígena, como no sea para protegerse de él. Ellos no están interesados en enseñarnos o en vendernos nada, ellos están solo interesados en sobrevivir y mantener viva su tradición porque esa es su forma de asumir su propio rol como campos de energía, como verdaderos hijos e hijas del sol, con la misma naturaleza que el padre sol y con el mismo amor que nuestra gran madre la tierra.
Si tuvieramos que poner en palabras el mensaje de estos Toltecas sobrevivientes, estas palabras serían: ¡Somos hijos del Sol y nuestra naturaleza es brillar!