EL CAMINO DEL
CONOCIMIENTO INDÍGENA

El alma indígena es el el otro yo de nuestra alma de ciudad.
Sin ella no estamos completos y su mirada apunta
al camino de regreso a nuestra unidad perdida
con el espíritu de la naturaleza

El Alma Indígena

Cuando nos sentimos atraídos al conocimiento indígena, es en realidad nuestra propia alma indígena que nos está llamando, porque necesita expresarse y ser reconocida. Es esa parte de nosotros que se sabe vinculada a la naturaleza y al alma de los demás, en una dinámica de integración y desarrollo. El ser humano indígena no es alguien para estudiar como si de un objeto curioso se tratará; es alguien en quien podemos reconocer nuestro propio rostro desconocido.

La Naturaleza Como Guía

La naturaleza es el rostro visible del Gran Espíritu que conecta y une todo cuanto existe. Los Poderíos del Mundo son las fuerzas de la naturaleza a las que nos acercamos desde una perspectiva espiritual; esto significa simplemente que encontramos en ellas el espacio idóneo y necesario para reconocer finalmente lo que somos y lo que venimos a hacer en este mundo. Los Poderíos de la Naturaleza hablan el lenguaje silencioso que nos revela  las verdades que habrán de dar sentido a nuestra vida.

Que Significa Ser Tolteca

Definimos a los Toltecas como la matriz cultural y espiritual de todo Mesoamérica. Su ser histórico nace entre los Olmecas, florece en Teotihuacan y se proyecta también a todo el conjunto de los pueblos que habitaron México, el Sur de los Estados Unidos y América Central. A partir de su cosmovisión, su poesía, sus conceptos filosóficos y espirituales, definimos al Tolteca como una condición del ser basada en la integración de los opuestos. La Serpiente Emplumada expresa la realización de esta integración y es un camino necesario para todo ser humano y para toda la humanidad. Por ello la condición de Tolteca se refiere a una posibilidad universal para todos los seres humanos, indígenas y no indígenas.

La Esencia del Chamanismo

El chamanismo en la vida real es la experiencia de la realidad no ordinaria y del tiempo fuera del tiempo. En muchos pueblos indígenas es una experiencia comunitaria. Consiste en el acceso –a nivel de la experiencia- a la parte desconocida de nuestra conciencia. Se logra a través de la interacción espiritual con las fuerzas de la naturaleza en una travesía mas física que mental. A diferencia de la conciencia cotidiana esta otra conciencia no se basa en la razón, sino en el conocimiento silencioso y cumple la función de darle el equilibrio necesario a la razón. Por ello es demasiado importante para dejarla solo en manos de los chamanes. La conciencia del otro yo, es patrimonio de todos y todos la necesitamos para integrar la totalidad de lo que somos y evitar así que la razón se vuelva contra nosotros mismos.

El Camino del Conocimiento indígena es el de aquel que posa su mirada respetuosa en esa dimensión desconocida en que habitan los pueblos originarios que de alguna manera han podido conservar su propia cultura, su mirada diferente y una espiritualidad basada en la naturaleza. En ese camino no hay maestros ni brujos para guiarnos. Solo hay seres humanos de carne y hueso que sobreviven generalmente en condiciones de profunda desventaja frente a la cultura dominante. Son esas personas, menos exóticas pero mucho mas reales y hermosas que los chamanes de los libros, quienes lejos de pretenderse iluminados, se saben imperfectos y vulnerables y desde esa conciencia son capaces de elevarse y tocar el rostro del Espíritu.
Ese camino no se aprende imitando, ni mucho menos invadiendo sus comunidades o lugares sagrados. Se aprende inspirándonos en su ejemplo para desarrollar nuestras propias tradiciones y prácticas, acordes con nuestras necesidades y nuestro tiempo, en nuestros propios lugares.

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