Víctor Sánchez
Escritor – página oficial
Vivir a propósito significa también, la alegría de poder dirigir nuestra energía hacía la vida, aún cuando a nuestro alrededor el mundo entero parezca entregarse a las versiones mas primitivas de lo que significa ser humano.
V.S.
El Arte de la Atención
Es nuestra atención
lo que hace al mundo.
La primera atención
ensambla la realidad ordinaria
y puede ser invadida.
La Segunda Atención
abre la puerta
a la conciencia acrecentada
y no puede ser manipulada
por entidades externas.
El dominio de nuestra atención,
es el camino que nos hace libres.
«Soñamos con un mundo en el que el arte, la ciencia y la espiritualidad sin dogmas,
contribuyan al bienestar y el desarrollo de todos los seres humanos.»
EL MISTERIO DE LA SEGUNDA ATENCIÓN
«La segunda atención es la puerta de entrada
a las modalidades superiores de la conciencia»
La mayoría de los seres humanos pasan su vida entera en la modalidad más elemental de la atención, conocida como la primera atención. Esta modalidad elemental es una suerte de prisión que se debilita fácilmente y nos hace vulnerables a la manipulación externa, ya sea por medios psicológicos, emocionales o de tecnología digital. Su vulnerabilidad emana de la visión tan limitada del propio yo que le acompaña. La segunda atención en cambio es un territorio nuevo con un enorme potencial desconocido. Además de ser la puerta de entrada a la conciencia acrecentada y el conocimiento silencioso, en ese territorio descubrimos una modalidad de ser mucho más auténtica y eficiente conocida como el otro yo, la que en entre las personas de conocimiento del México prehispánico se conocía como el nahual o doble de cada ser humano. Lejos de ser experiencias fantasmagóricas o extrañas al ser humano, estas modalidades son accesibles para todos, por medio de prácticas accesibles, las cuales comienzan con el manejo especializado de la primera atención.
Lejos de los caminos de dependencia a medios externos como maestros supuestamente iluminados o el extravío seductor de las plantas psicotrópicas u otras drogas, la ruta más eficiente a la segunda atención, pasa por las prácticas bien organizadas en el manejo del flujo de la atención y el encuentro con la voz silenciosa de la naturaleza.
En ese camino, los conocimientos y prácticas de algunas comunidades indígenas, en su contexto humano y sin contaminarlas con nuestras fantasías occidentales, pueden ser una fuente poderosa de inspiración que contribuya al diseño de nuestras propias prácticas.
AUTOCONOCIMIENTO
No existe proceso de sanación y desarrollo de nuestro potencial
que no pase por la via del autoconocimiento
El conocimiento de uno mismo es la base del crecimiento personal del ser humano. Ese conocimiento es la base del cambio y el crecimiento en todas las áreas de nuestra vida. Sin él, no importa cuantas prácticas espirituales realicemos, o cuantas ideas inteligentes o hermosas aprendamos y podamos repetir, nada es Conocimiento verdadero si no nos transforma y se convierte en forma de vida cotidiana. Es por ello que el autoconocimiento es el primer pilar que sostiene la fortaleza de nuestra alma. El segundo pilar son las prácticas del manejo de atención, las cuales encuentran sentido solamente si van de la mano de nuestro autoconocimiento.
El conocimiento de la dualidad de la conciencia de los antiguos Toltecas, llamaba tonal y nagual a estas dos dimensiones de nuestra vida. El autoconocimiento estaría asociado al Tonal o la conciencia y prácticas de la vida diaria. Es por ello que en el terreno de nuestras relaciones con quienes nos rodean, en nuestro trabajo, nuestra actividad profesional y de la interacción con la sociedad en general, contar con herramientas y prácticas funcionales y eficientes es fundamental. No hay desarrollo verdadero del alma si descuidamos esta área fundamental de nuestra existencia.
ESPIRITUALIDAD SIN CREENCIAS
La verdadera espiritualidad no está basada en la fe, sino en la experiencia.
La experiencia espiritual nunca separa y siempre une.
La espiritualidad auténtica no se produce a partir de creencias sino a partir de la experiencia, y en eso se diferencia de la religión. Es una experiencia práctica. Es algo que se hace, se ve y se comparte.
Aunque la idea del desarrollo espiritual puede parecer extraña o irreal para algunas personas, especialmente aquellas que aprecian el pensamiento lógico y la razón por encima de las experiencias intuitivas o emocionales. Sin embargo, la dimensión espiritual es parte fundamental de la vida de todas las personas aunque no lo sepan. La clave está en cómo entender esa dimensión en su significado más simple, que puede comenzar con desde la experiencia cotidiana, familiar para casi todos, de sentirse conectado con aquello que nos trasciende y algo que va más allá de nosotros mismos y nuestra individualidad.
Esta conexión la sentimos por ejemplo, cuando nos damos cuenta de que nos importa y nos afecta el bienestar y las necesidades de otras personas, ya sean nuestros hijos y seres queridos, nuestros vecinos o conciudadanos o las personas de otras comunidades o naciones. Es a partir de esa experiencia, que nos damos cuenta de que no podemos dañar a otros sin dañarnos también a nosotros mismos; y de que igual manera, no podemos sanar o crecer si no contribuimos al bienestar y crecimiento de los demás.
Pero está dimensión espiritual se puede proyectar mucho más allá, para abarcar nuestra conexión con los animales y con la naturaleza a nuestro alrededor. Incluso con el universo y las estrellas o con lo que podamos sentir como una fuerza que nos trasciende; que nos sostiene y que nos une, sea que le llamemos universo, Gran Espíritu o Dios. No importa el nombre. Importa cómo nos fortalece, nos conforta y nos completa el sentirnos parte de algo más grande, que va más allá de la agotadora y excesiva preocupación por el yo.
EL CAMINO DEL GUERRERO ESPIRITUAL
El espíritu del guerrero no está engranado para la queja y la condena
El espíritu del guerrero solo esta engranado para la lucha
El guerrero espiritual no está movido por la violencia, el enojo o el deseo de prevalecer por encima de los demás. Por el contrario, el espíritu del guerrero es un estanque transparente de profunda calma, aún en la tormenta.
Su característica principal es que, a diferencia de las personas comunes, no está consumido por la importancia personal o la autocompasión, sino por su intención inflexible de actuar siempre con impecabilidad. Para un guerrero, ser impecable significa simplemente buscar siempre el mejor uso de la energía en cualquier acción que lleve a cabo o en cualquier situación en la que se encuentre.
«Un guerrero es impecable cuando confía en su poder personal, sin importar que éste sea pequeño o enorme»
_________________________________________________________________________________